Los maltas. Los grupos Nagoas y Guaiamus. I Parte.

lunes, 1 de agosto de 2011

En el siglo XIX, la capoeira era practicada de forma sistemática y masiva solamente en Río de Janeiro, pero era reprimida por las instituciones policiales. Existen relatos sobre los capoeiristas que se remontan al final del siglo XVIII, época en que aparece Mayor Vidigal jefe de la policía de Río de Janeiro, que se hizo famoso por utilizar la capoeira en sus contiendas con esclavos fugitivos, hechiceros y contra los propios capoeiristas. Después de la fundación de la policía civil y militar, nos encontramos con el mayor registro de capoeiristas en fuentes históricas.Al comienzo del siglo XIX, los capoeiristas ya eran conocidos en Río de Janeiro. El periódico de 1810 a 1821 lo constata. Entre las 4856 prisiones efectuadas por la policía en esta ciudad por las fechas señaladas anteriormente, 438(9%) fueron por acusaciones de práctica de capoeira. En este periodo, los capoeiristas estaban divididos en dos grandes grupos denominados con los nombres de las naciones Nagoa y Guaiamu, dichos grupos, conocidos en conjunto como las Maltas interfirieron en las relaciones de poder en el espacio urbano, así como en las relaciones entre esclavos y señores y entre los propios esclavos.
Los practicantes de capoeira de esta época estaban organizados por grupos, en cuadrillas de capoeiristas, cuyo elemento de referencia eran los barrios de la ciudad. Este modelo de organización fue relativamente hegemónico en todo Brasil. Además de la navaja, utilizaban leznas
* y palos como armas en sus luchas de grupos. Sus prácticas no se limitaron sólo a los procedimientos de la lucha, inventaron una tradición alrededor de la capoeira que incluía apodos y gritos de guerra especiales en cada grupo.
Placido de Abreu, escritor portugués y miembro de los guaiamus explica que cada grupo representaba a una nación, estos a grupos a su vez, estaban formado por diversas bandas que se organizaban por barrios, es decir, una nación significaba la alianza entre un conjunto de bandas que adquirían cierto dominio sobre áreas especificas de la ciudad.

La historia todavía no ha llegado a definir con claridad los términos categóricos que denominaban a estas agrupaciones conocidas como naciones o maltas. Sin embargo, gracias a los datos aportados por Plácido Abreu podemos conocer un poco las diversas caracteristícas de estos grupos, y se sabe que tienen una importancia singular, porque revelan el lenguaje interno. Ya que Plácido Abreu nos muestra la visión de un individuo que participó activamente en dichas organizaciones. El propio Plácido Abreu se consideraba un amador de este movimiento, por lo que no le costó legarnos uno de los relatos más fascinantes sobre los capoeiristas del siglo XIX.
En uno de sus escritos, nos cuenta que los Nagoas y Guaiamus estaban divididos en diversos partidos. El capoeirista Guaiamu pertenecía a los partidos de San Francisco (situado en el centro de Río de Janeiro), Santa Rita, Marina, Oro Preto, San Domingos de Gusmão, además de otros grupos menores. Los Nagoas en cambio pertenecían a los partidos de Santa Lucía, San José da Lapa, Santana, Moura, Bolinha de Prata, entre otros. A lo que Plácido Abreu hacía referencia titulándolos como partidos, eran feligresías* o áreas específicas en el interior de las feligresías de la ciudad. Los partidos se encontraban demarcados por simbologías que distinguían a unos de otros. Por ejemplo el color rojo pertenecía a los Guaiamus y el blanco representaba a los Nagoas. En aquellos tiempos había numerosos enfrentamientos públicos entre los dos grupos, por ejemplo, cuando la banda de música salía del centro de la ciudad para dirigirse hacia la Lapa, los capoeiristas que pertenecían a este partido acompañaban a la banda, prevenidos para el encuentro con sus rivales porque iban a entrar en territorio ajeno.
Normalmente se elegían los domingos por la mañana como día de entrenamientos, estos entrenamientos estaban marcados por los golpes de pie, el manejo de la navaja y el cuchillo. Al principio las técnicas de ataques se ensayaban con armas de madera y más tarde pasaron a utilizarse en su lugar las armas de metal, por lo que no era de extrañar que los lugares de entrenamientos a menudo quedaran ensangrentados.

Los cánticos de entonces eran llamados tonadas y formaron parte del juego como elemento lúdico y de desafío.
La represión que desencadenó el gobierno, hizo que surgiera un movimiento que varolizó la capoeira hasta tales términos que algunos parlamentarios se pronunciaron en defensa de esta, como era el caso del diputado Coelho Neto, que organizó un movimiento de oficialización de su enseñanza en las fuerzas armadas. Mientras que actualmente centenares de capoeiristas eran apresados por la pena impuesta en el artículo 402, que prohibía la práctica total de la capoeira.

Estos son algunos de los gritos de guerra que utilizaban los grupos:

-``Es la espada´´ cuando eran de la Lapa.
-``Es la senhora da Cadeira´´ cuando eran de Sant´ana.
-``Es el viejo carpintero´´ cuando eran de San José.


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leznas: Herramienta en la industria del calzado, semejante a un destornillador pequeño acabado en punta, que sirve para perforar o coser la madera de cuero.
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Feligresías: 1/Conjunto de feligreses de una parroquia. 2/Territorio que está bajo la jurisdicción de un párroco.

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1ª Nota: Gran parte de la fuente de este artículo está extraída de la obra titulada ``Movimientos da cultura afro-brasileña, campinas, tesis del doctorado´´ del autor Antonio Liberac Cardoso Somões Pires, licenciado en historia social por la Unicamp en la Universidad federal del recóncavo de Bahía. Entre otras publicaciones sobre los temas relacionados con la capoeira, cuenta con las obras no menos prestigiosas tituladas:
-Bimba, Pastinha e Besouro de Magangá, três personagens da capoeira bahiana
-A capoeira bahiana de todos los Santos.

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