Esto no es un adiós sino un hasta siempre...

viernes, 3 de junio de 2011

Mis agradecimientos:
La historia del grupo de capoeira Ébano Olivenza comenzó como muchas grandes historias, con un principio difícil, un transcurso alegre y un final triste que nos dejó un sabor amargo pero a la vez lleno de felices recuerdos, donde he dejado por el camino a grandes alumnos que se lo merecían todo, que hicieron que luchar por ellos me llenara de una satisfación y orgullo que nunca olvidaré, pero la historia de este grupo ante todo me regaló, auténticos amigos con especial mención a Yoli, Nazaret, Carlos (conocido como Lobo, por ser un espíritu libre como el animal al que hace honor su apodo), Alberto (conocido como Bardo, un apodo sarcástico por su simpática timidez) y Alex (conocido como Keké, por su rotunda sordera o su noble despiste), ese mismo Alex que aunque en su último año se alejó un poco del camino, tiene un gran corazón lleno de inquietudes. Entre los más pequeños del grupo, mi dedicación personal va dirigida a Adrián (conocido como madeira, porque a pesar de su corta edad cuando se unió al grupo, le costó ganar flexibilidad) y a su inseparable amigo Enrique.
Y como no puedo olvidarme de ellos, a todo el grupo de San Jorge con el que he tenido el honor de compartir alguna que otra comida familiar y alguna fiesta. Un abrazo muy fuerte a todos y suerte.

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