Sobre el axé.

El concepto Yoruba de África occidental que actualmente existen por toda la diáspora africana, se extendió también a Brasil. Dentro del la religión del candomblé procedente de los Yoruba, encontramos como uno de sus iconos más importantes el asé (axé), palabra muy reconocida dentro del mundo capoeirista.
El asé representa la energía creativa otorgada a los seres humanos por los espíritus ancestrales que actúan como guardianes. En África occidental el concepto Yoruba de asé, es conocido como axé, y se ha nutrido en el candomblé, una religión afro-brasileña que se practica en Salvador de Bahía, y que como he comentado en otros artículos, en cierto modo, está vinculado a la capoeira.
Estas tradiciones comenzaron hace miles de años atrás, entre los Yoruba de África occidental, quienes acentúan la alineación entre lo humano y lo orí*. Asé también se pronuncia con el nombre de ashé o aché, es la fuerza vital que se encuentra en todas las cosas y se transmite por los elementos, las sustancias o los materiales. El asé forma parte de una variedad de elementos representativos del reino, animal, mineral y vegetal, está incluido en las sustancias naturales y esenciales de cada ser que componen el universo, ya sea simple, complejo, vivo o muerto. Es el poder que hace que transcurra la vida. Esta afirmación es usada en saludos y rezos, considerándose un concepto sobre el crecimiento espiritual.
Los devotos de orishá tratan de obtener asé mediante iwa-pele, que significa tener un carácter apacible y bueno. A cambio de encontrar el asé mediante iwa-pele, experimentan una alineación con el orí, la paz interior o la satisfacción vital.
Asé hace referencia a la energía transmitida por el paso de los orixás a los hombres, sus símbolos o elementos. Según el culto a los orixás, es la fuerza que asegura la existencia dinámica, se transmite y se desarrolla, siendo una variación que está relacionada con la realización del ritual.
Todo acto ritual y ofrenda consiste en la transmisión y la revitalización del asé. Para ser verdaderamente activo, estos rituales y ofrendas deben provenir de una combinación de elementos que permitan un determinado resultado o logro.
Hay lugares, sonidos, objetos y partes del cuerpo, especialmente animal, impregnados con asé.
A lo largo de su historia, bajo la influencia de religiones como la cristiana, mucha gente ha catalogado la religión del candomblé con ritos o actos satánicos que desvirtúan la realidad de esta religión y que nada tiene que ver con sus creencias. Yo, personalmente, que no me encuadro en ningún tipo de culto, tengo que decir en defensa de los practicantes de esta religión, que como todas las demás tiene sus encantos y desencantos, y al margen de sus creencias que puedan o no ser de nuestro agrado, nos enseña valores como la importancia de ser amados, de amar, de perdonar, de no juzgar, nos enseña a ser sabios y cultos con sus textos sagrados, buscando la manera de transmitirnos la felicidad con lo que tenemos y con lo que somos cada uno de nosotros.

Orí* Se podría traducir como cabeza, pero en este caso se refiere a la intuición espiritual y el destino personal.

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