La testosterona es la hormona más popular en el instituto es clave para tu forma física y tu salud. Aprende a controlarla. Es una hormona controvertida que la acusan de provocar violencia y calvicie, pero también es la responsable del deseo sexual, es clave para conseguir más músculo y menos grasa.
La testosterona se produce sobre todo en los testículos y en los ovarios, aunque las mujeres producen 15 veces menos que los hombres. A partir de los 30 años, la testosterona empieza a desaparecer, y si llegas a vivir 80 años tendrás sólo una tercera parte de la que tenías a los 20.
Mantener altos los niveles de testosterona puede mantenernos jóvenes y en forma durante más tiempo. El estrés y la comida basura son los enemigos de la testosterona que pueden bajar tus niveles antes de tiempo produciendo consecuencias negativas como la obesidad, hipertensión, diabetes, bajada del deseo sexual, disfunción e incluso depresión.
Los anabolizantes androgénicos, vulgarmente conocido en los gimnasios como los esteroides, son compuestos sintéticos que actúan como la testosterona. Se utilizan como tratamiento médico para los niveles bajos de testosterona y suplementos para los deportistas, en cuyo caso la mayoría son ilegales, llegando a causar efectos secundarios como colesterol elevado, daños al hígado, problemas de erección… etc. En ningún caso debes tomar anabolizantes sin control médico, aunque te lo recomiende el monitor del gimnasio.
Tres claves para aumentar los niveles de testosterona de forma natural:
La dieta; Las grasas insaturadas como la del aceite de oliva, las nueces y los aguacates aumentan tus niveles de colesterol, y el colesterol es necesario para la producción de testosterona. Por el contrario, las grasas trans y los azúcares la reducen. Tampoco debemos llegar a un nivel elevado de colesterol, esto sería bueno graduarlo periódicamente con la visita a nuestro médico.
El ejercicio; Los ejercicios de fuerza como las pesas aumentan los niveles de testosterona. Cuidado con los ejercicios de fondo que aumenten el cortisol, la hormona del estrés que bloquea la testosterona.
El sueño; la testosterona se produce sobre todo por la noche. Dormir ocho horas es una forma segura de mantener tus niveles en su sitio.
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